En la antigüedad este metal parece haber sido escasamente empleado, pero a partir de la Edad Media la industria en latón fue muy importante, se llevó a cabo en gran escala y se aplicó en usos muy diferentes.
Ya en el siglo XI, los habitantes de las ciudades de Huy y Dinant trabajaban este metal; el zinc lo extraían en su propio país, mientras que para el cobre fueron a Colonia o Dortmund, y más tarde a las minas de las montañas Harz.
En Londres, los comerciantes de Dinant, alentados por Eduardo III, establecieron un "Salón" en 1329 que existió hasta finales del siglo XVI; en Francia comerciaron en Ruan, Calais, París y otros lugares.
Los fundidores de bronce huyeron hacia Huy, Namur, Middelburg, Tournai y Brujas donde continuaron su trabajo.
Las gradas que sostienen estas aves son a veces de rica tracería gótica, con figuras y restos sobre leones; las formas posteriores muestran un eje de forma cilíndrica, con molduras a intervalos, que se extiende a una base ancha.
Existen varias obras en iglesias inglesas, como en Norwich, St Albans, Croydon y otros lugares.