Está basada en la novela del escritor australiano Morris West, publicada en 1963, que fue un éxito mundial.
Kiril Lakota (Anthony Quinn) es un obispo ucraniano condenado a trabajos forzados en una prisión soviética.
Es liberado sorpresivamente por el presidente Piotr Ilyich Kamenev (Laurence Olivier), quien había sido su carcelero 20 años atrás, y es enviado al Vaticano como asesor.
Al cabo de un tiempo es nombrado cardenal por el papa Pío XIII (John Gielgud).
El papa fallece repentinamente y los cardenales se reúnen en cónclave para elegir a su sucesor.