Lagunajanda (ganadería)

En los primeros meses del año 1930, Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio compra la ganadería del Duque de Veragua a Agustín Mendoza Montero, conde de la Corte, que la había adquirido dos años antes.

[2]​[3]​ En 1937 fallece Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, y sus hijos Juan Pedro, Álvaro, Pedro y Salvador Domecq y Díez heredan la ganadería, que la llevarán conjuntamente hasta mediados de los años 1950: Álvaro Domecq y Díez compra en 1954 la ganadería de Salvador Suárez Ternero, y le añade dos años más tarde sementales y vacas de procedencia Veragua e Ibarra, y también otro lote de vacas procedentes de Carlos Núñez, eliminando de esta manera todo el ganado procedente de Suárez Tabernero y formando así la ganadería de Torrestrella.

[6]​[7]​ En 1997, María Domecq renuncia a la ganadería de El Torero para quedarse en propiedad con la finca “Jandilla”.

[8]​ Funda el nuevo hierro de Lagunajanda comprando a su padre Salvador Domecq y Díez un pequeño lote de 62 vacas de El Torero, cediéndole este también a su hija los sementales de la misma ganadería el tiempo que estos no estuvieran echados a las vacas.

Atienden en sus características zootécnicas a las que recoge como propias de este encaste el Ministerio del Interior:[21]​ Los toros que siguen la línea morfológica de Salvador Domecq son más bastos de tipo y presentan un mayor desarrollo óseo, a diferencia de los que siguen la línea de Juan Pedro Domecq, que presentan un tipo de toro mucho más fino.