Duque de Veragua (ganadería)

La ganadería del duque de Veragua fue una antigua ganadería brava española de origen vazqueño, que estuvo regentada por la casa de Osuna y Veragua tras adquirir la vacada real que perteneció al rey Fernando VII y la reina consorte María Cristina de Borbón, y que desapareció en 1927, cuando fue vendida al ganadero Manuel Martín Alonso y, más tarde al bodeguero andaluz Juan Pedro Domecq.

Tras la muerte del ganadero Vicente José Vázquez, conde Guadalete, en 1831, la ganadería que este tenía y que había heredado de su padre, Gregorio Vázquez, fue vendida.

Los herederos fueron los encargados de deshacerse de la vaca, componiendo distintos lotes que irían a parar a distintos potentados del campo andaluz como el canónigo sevillano Diego Hidalgo Barquero, el terrateniente Francisco Taviel de Andrade o el monarca Fernando VII, quien se interesó especialmente por el ganado bravo y quien adquirió la parte más representativa de la antigua ganadería de los Vázquez.

[5]​ Entre los cambios que se producen está la variación del hierro, el cual pasa a tomar la inicial del título nobiliario, enmarcado dentro de un escudo de armas timbrado por una corona abierta, y recuperando los colores de la divisa que lucían los toros de Vicente Vázquez.

[7]​ Según el historiador y militar Julián Tomás García, los toros de Veragua mantuvieron aquellas características que les confería su propia genética, entroncada dentro de la Casta vazqueña.