Este lago se ubica casi en el centro de la península de Taitao, compartiendo su superficie entre el parque nacional Laguna San Rafael y la Reserva Nacional Las Guaitecas.
Muchas fueron las exploraciones españolas que buscaron la mítica Ciudad de los Césares, posibles asentamientos ingleses u holandeses, evangelizar a los indios, cartorgrafiar la zona, etc.
Posteriormente, a inicios de la República, se enviaron varias expediciones, chilenas y británicas, a la península para buscar una vía que permitiese el cruce seguro por aguas interiores.
William George Skyring, segundo comandante del HMS Beagle, exploró la zona, pero ni siquiera logró encontrar el pasaje que los jesuítas utilizaron y describieron.
Este hecho fue ratificado en 1872 por Enrique Simpson Baeza y luego definitivamente por otra expedición en 1904.