Esta subespecie fue descrita originalmente como especie plena en el año 1926 por el mastozoólogo británico Michael Rogers Oldfield Thomas y el zoólogo J. Saint Leger,[2] bajo la combinación científica de Lagidium sarae.
Tanto sus molariformes como sus incisivos crecen en forma continua; estos últimos son delgados y con su capa de esmalte decolorada.
Las anteriores son más cortas, y sus débiles uñas no le sirven para cavar.
[11] Posee hábitos diurnos, con mayor actividad en las primeras y últimas horas del día.
[11] Entre sus predadores se encontrarían el puma (Puma concolor),[11] el zorro colorado o culpeo (Lycalopex culpaeus culpaeus)[13] y ocasionalmente grandes aves rapaces de hábitos diurnos, en especial el águila mora (Geranoaetus melanoleucus) y el ñacurutú patagónico o tucúquere (Bubo virginianus magellanicus), un strigiforme de hábitos crepusculares-nocturnos.
La hembra podría ser poliéstrica, pudiendo parir 2 o 3 veces cada año, si las condiciones le son propicias.
Al llegar su peso a 1 kg, alcanza su madurez sexual, esto ocurre entre los 7 y los 12 meses de vida.
Es cazada solo localmente, para aprovechar su carne[15][16] y, en menor medida, su piel, de escaso valor comercial ya que la pelecha continuada de su pelaje hace que en todos los meses del año su piel no sea apta para un aprovechamiento industrial.