Por eso, de regreso a Italia, Mercadante emprende una revolución operística en sus siguientes obras (Il giuramento, Le due illustri rivali, Elena da Feltre e Il bravo) en las que enriquece la orquestación (pero sin tapar las voces), enfatiza el drama, elimina cabaletas y repeticiones innecesarias y enriquece las escenas de conjunto eliminando los pasajes solistas que detienen la acción de estas.
[7] La ópera se representa en Roma el mismo año del estreno, 1840, y ya en 1841 se estrena en las principales ciudades italianas, como Palermo, Génova, Florencia, Venecia, Trieste, Milán o Turín.
Acto I La corona triunfal Bosque sagrado Las vestales, entre ellas Emilia y Giunia, están realizando sus plegarias matutinas.
Decio se reencuentra con su padre Licinio, y está deseoso de ver a su amada.
Ella le cuenta lo ocurrido y él se siente morir; Publio, sabiendo su dolor, trata de contenerlo, pero Decio sabe que ha perdido a su amada para siempre.
Decio lo acusa entonces de traidor, pero Publio le dice que hay otra opción, y se ofrece a guiarlo al interior del templo de Vesta por un subterráneo que él conoce (dúo: È la patria, è Roma, insano).
Llega entonces Decio; Emilia trata de alejarlo, pero él amenaza con suicidarse, y al final ella sucumbe (dúo: No, l'acciar non fu spietato).
Cuando los cónsules van a condenarla aparece Decio, quien confiesa su culpabilidad y pide clemencia para Emilia.
Acto II El campo maldito Atrio del palacio consular Publio busca la piedad de Licinio y le confiesa que su hijo ha perdido la razón y se prepara para atacar Roma (aria: Egli il governo).