La vendedora de rosas es una película colombiana dirigida por Víctor Gaviria[2][3] y protagonizada por Lady Tabares.
Andrea es una niña que vive con su familia en Miramar, un barrio pobre de la ciudad.
Mientras venden rosas y recorren las calles por la noche, en la ciudad se celebra la novena de aguinaldos.
En Miramar, un grupo de pandilleros, conformado por el Zarco y el Enano, y dirigido por Don Héctor, ve de lejos a un drogadicto que va consumir marihuana.
Mientras tanto, Andrea vaga por las calles y es sorprendida por un vagabundo que intenta abusar de ella.
Por la mañana del 24 de diciembre, Mónica y Andrea regresan a Miramar.
Entre tanto, mientras la pandilla de Don Héctor discute las acciones del Zarco que los ponen en riesgo, Mónica se acerca a ellos para hablar con su primo, el Enano.
Por su parte, Anderson, Milton, Choco y el Zorro disfrutan de una fiesta con Andrea.
Mónica retorna a Miramar en compañía de Yudy y Andrea.
El Zarco, a su vez, es herido por la pandilla de Don Héctor, y finalmente muere en una cuneta.
[11][12] Giovanni Quiroz («El Zarco») fue asesinado en Medellín en febrero del 2000, aproximadamente un año y medio después del estreno de la película, cuando Víctor Gaviria le había conseguido una beca para estudiar actuación en España.
[20] Cuando empezó la producción, años después, Rodríguez ya no podía interpretar a la protagonista, pues era mayor de lo que requería el personaje, así que fue nombrada asistente de dirección, y su amiga, Lady, tomó el papel principal.
[23] Durante la filmación, se vivieron situaciones de violencia similares a las representadas en la película.
[9][26][27] En una encuesta hecha a 65 críticos de cine por la revista Semana en 2015, fue elegida como la tercera película más significativa del cine colombiano, detrás de La estrategia del caracol y Confesión a Laura.
Varias frases, como "Me la mecatié en cositas" y "Pa' qué zapatos si no hay casa" han entrado al lenguaje popular y se han convertido en memes de internet.