Keiko encuentra una lata de Sakuma Drops, cosa que causa impresión en su abuela.
En el lugar, Hisako encuentra una lata de Sakuma Drops que le pertenecía a Setsuko, y al vaciarla caen dos huesos suyos.
Ambos parten el mismo día en el cual sus esposas se reencontraron repentinamente, reconectándose después de mucho tiempo y conociendo a sus familias.
Más tarde, mientras los niños están en un puente rojo sobre un río observando luciérnagas, ambas madres se prometen ayudarse mutuamente durante la ausencia de sus maridos.
En la noche, mientras ambos hermanos estaban lavando sus cubiertos en una laguna, observaron un espectáculo de luciérnagas.
El lugar donde estaban, con un refugio de tierra a la orilla, fue automáticamente idealizado por ambos como lo opuesto a la casa de su tía, y por eso decidieron inmediatamente mudarse allí.
Esto último, más la ida de sus primos, causa en Natsu un inmenso reproche a su madre y una gran tristeza.
Rápidamente las condiciones de vida de ambos hermanos se tornan miserables: Setsuko sufre una desnutrición que se torna crónica y, tras ser atrapado, Seita no puede recurrir más al robo.
Finalmente la familia Sawano se devuelve a su ciudad de origen, Tokio.