La pecadora (película de 1951)

[1]​ Fue el gran avance en la carrera de Hildegard Knef debido al escándalo que ocasionó.

[2]​ La trama gira en torno a la convivencia de la prostituta Marina con su amante, el pintor Alexander.

La madre de Marina engaña a su padrastro durante la Segunda Guerra Mundial, quien es arrestado por la Gestapo y encarcelado por un tiempo.

Para financiar una operación, Marina intenta volver a su antigua actividad, pero no lo logra.

La operación le devuelve la vista a Alexander y la pareja pasa un buen tiempo en Viena.

Cuando la vista de Alexander comienza a fallar y la ceguera se vuelve inevitable, decide acabar con su vida.

Los seis examinadores, entre ellos una mujer, consideraron inaceptable que Marina “elija la prostitución como una salida natural a su difícil situación humana y económica”.

[6]​ Sin embargo, pocos días después, los países, la industria cinematográfica y las iglesias acordaron una mayor cooperación en el FSK.

Durante la primera semana después del estreno hubo manifestaciones aisladas, también en Osnabrück.

El pastor Carl Klinkhammer, conocido como Ruhrkaplan, y los jóvenes protestaron violentamente contra la película.

Como consecuencia de ello, Klinkhammer, otro sacerdote y otros cinco acusados fueron llevados a juicio.

[7]​ Los políticos distribuyeron folletos con textos como “La pecadora – ¡Un puñetazo en la cara a toda mujer alemana decente!

Sin embargo, la Ley Fundamental no colocaba “las opiniones morales, religiosas e ideológicas de sectores individuales de la población […] bajo la protección especial del orden estatal básico”, por lo que esto no se aplica aquí y, por lo tanto, la prohibición de actuaciones no tenía ningún efecto legal.