[1][2][3][4] Los Tribunales Constitucionales de Alemania, Colombia, Ecuador e Italia legalizaron el suicidio asistido, pero sus parlamentos aún no han legislado o reglamentado esta práctica.
Sin embargo, hasta la fecha no se tiene registro del primer procedimiento ejecutado a través de este mecanismo.
En cambio, Suiza permite tanto el suicidio médicamente asistido como el auxilio al suicidio, es decir, cualquier persona puede ayudar a otra a suicidarse sin consecuencias jurídicas y no tiene que realizarse necesariamente en un contexto médico o de enfermería.
Los Tribunales Constitucionales de Alemania,[33] Colombia[34][35][36], Ecuador[37] e Italia[38] legalizaron el suicidio asistido, pero sus parlamentos aún no han legislado o reglamentado esta práctica.
En 1997, The New York Review of Books publicó una carta abierta titulada «Assisted Suicide: The Philosopher’s Brief» («Suicidio asistido: una breve explicación filosófica»), en la que se pedía al Tribunal Supremo de Estados Unidos la despenalización del suicidio asistido.
Firmaban la carta John Rawls, Ronald Dworkin y Robert Nozick, junto con otros estudiosos de la filosofía moral.