La noche (libro)

Inmediatamente me avergoncé de mi mismo, avergonzado para siempre».[2]​ El novelista François Mauriac le ayudó a encontrar una editorial francesa.Mauriac le convenció a que modificase la historia de su primer texto para abarcar un público más amplio.Wiesel lo ha llamado su declaración, pero los eruditos han encontrado dificultades a la hora de considerarlo como un relato sin adornos.Los temas recurrentes son su progresivo descontento con la humanidad y su pérdida de fe en Dios, lo cual claramente se refleja en el momento que su padre cae en un estado de impotencia, y él se convierte en su cuidador —aunque con rencor—, invirtiendo los papeles tradicionales en la relación de padre e hijo.Es así que manifiesta en su relato refiriéndose a su padre: «Si pudiera desembarazarme de ese peso muerto [...] enseguida sentí vergüenza, para toda la vida de mí mismo».[7]​ Según Wiesel en La noche, «quería demostrar el resultado, la finalidad del evento.[10]​ La novela vuelve repetidamente a este tema de una fe espiritual sostenida, no por respuestas, sino por preguntas.Cuando el gobierno húngaro dictaminó que los judíos que fuesen incapaces de probar su ciudadanía serían expulsados, Moshé-Shames junto a otros judíos extranjeros fueron amontonados en vagones de tren para ganado y deportados hacia Polonia.Es así que regresó apresuradamente al pueblo para relatar la historia la cual él denominaba «mi muerte».Cuando habían finalizado de cavar, se les indicó a los prisioneros que debían «acercarse al foso y presentar la nuca»,[12]​ para finalmente dispararles.Aun así los judíos de Sighet no lo escuchaban y murmuraban:[13]​Sin embargo, Shlomo rehusó la idea de empezar una vida nueva en otro país, ya que se sentía muy viejo.[nota 3]​ Hilda y Beatriz sobrevivieron, separadas del resto de la familia.
Ubicación de Sighet en Europa .