La identidad real de su o sus autores es controvertida.
[3] La última parte del libro comienza por ofrecer una prescripción para la lucha revolucionaria basada en la formación de comunas, o grupos de afinidad, en una red de trabajo secreta que construirá sus fuerzas fuera de la política convencional, y atacará en momentos crisis –política, social, ambiental– para impulsar una revolución anticapitalista.
El libro apunta a la crisis financiera de finales de 2000 y al impacto ambiental como síntomas del decline del capitalismo.
El libro fue adaptado al teatro por una compañía belga.
Tiqqun se desarrolló dentro de una tradición de intelectuales franceses radicales que incluye a Michel Foucault, Georges Bataille, la Internacional Situacionista y Gilles Deleuze y Félix Guattari.