Se trata del tradicional "episodio ligero", en el que el Doctor pasa a segundo plano y la historia se enfoca en los acompañantes, en este caso Amy y Rory.
Rory explora el complejo y le rodea un grupo de Manobots, que son rápidamente derrotados por una versión de Amy mucho más envejecida y amargada, que no ha podido escapar, y que está enfurecido con el Doctor porque ha estado esperando el rescate 36 años.
El Doctor se da cuenta de que han aterrizado por error en la línea temporal equivocada, y le pide a la vieja Amy que le ayude a encontrar su versión joven.
Aunque Rory considera salvar a la vieja Amy, el Doctor le avisa que si se la llevan en la TARDIS, perderán cualquier oportunidad de rescatar a la Amy joven.
El Doctor descubre el rastro de la joven Amy cerca, y le pide a Rory que use la lente para comunicarse con ella, esperando que ver a la joven Amy llorando convencerá a la vieja de que ayude en el rescate.
[1][2] Como incluir a los Cybermen le ofrecía menos oportunidades de desarrollar la trama y le ponía en "segundo plano" como guionista, le encantó tener la oportunidad de hacer cualquier cosa que quisiera,[2] y MacRae quedó orgulloso del resultado final, llamándolo el "mejor argumento que nunca había desarrollado".
[1] El título original del episodio era The Visitors' Room (La habitación de visitas), que después cambió a Visiting Hour (Hora de visitas) y Kindness (Amabilidad).
[4] La productora ejecutiva Beth Willis fue quien insistió en que se incluyera en la versión final el discurso de Amy sobre cómo Rory era el hombre más maravilloso que nunca había conocido.
[3] La chica que esperó se diseñó como episodio que no requiriera mucha participación del Doctor en el rodaje, es decir, era uno de los episodios "ligeros de Doctor".
[2] La idea original era que una actriz de mayor edad interpretara a la Amy anciana, pero Karen Gillan se presentó voluntaria a interpretar ese personaje con la ayuda de maquillaje.
[12] Gavin Fuller del Daily Telegraph le dio al episodio 4 estrellas sobre 5, alabando la habilidad de MacRae para superar el corsé del presupuesto y desarrollar "un drama bastante potente y emotivo, con un final que, aunque inevitable, aun así tenía una gran cantidad de tristeza".
[13] Neela Debnath de The Independent dijo que "a los críticos con la constante manipulación del tiempo no les gustará este episodio", pero "es grande en términos de paradojas temporales y los hipotéticos dilemas morales provocados por tales paradojas".
También calificó como "delicia suntuosa para la visión" los decorados del jardín y el centro.
[4] El episodio fue nominado al premio Hugo 2012 a la mejor presentación dramática en forma corta,[18] perdiendo contra La mujer del Doctor de Neil Gaiman.