La batalla de Jerez (Zurbarán)

Según Martín de Roa, esta cartuja se fundó en El Sotillo, donde en 1248 tuvo lugar un combate nocturno entre huestes cristianas y unas tropas musulmanas emboscadas en la oscuridad.Gracias a la Virgen, el cielo se iluminó milagrosamente, permitiendo el triunfo de los cristianos.[2]​ Siendo una pintura de batallas más que una simple pintura religiosa, los monjes decidieron trasladar este lienzo a la derecha del coro de los legos, formando pendant con la Virgen del Rosario con dos cartujos, al otro lado del coro.Sentada sobre nubes, sostiene con sus dos manos al Niño, que está inclinado, difundiendo una luz dorada sobre la emboscada, de forma que María es en realidad la mediadora del prodigio.[7]​ Como en La rendición de Breda, las lanzas dan mayor profundidad a la composición, si bien en el presente lienzo son representadas oblicuamente, ocupando un tercio de la composición.