Ana Perichon

La familia Périchon había vivido durante siglos en su hotel parisino, en la Rue Saint-Denis.

En la película Camila, de María Luisa Bemberg, fue interpretada por la actriz Mona Maris.

Para entonces, el matrimonio tuvo un hijo primogénito a quien llamaron Jean Baptiste, probablemente nacido hacia 1771.

Respecto del casamiento de Ana Périchon existe también confusión, pues a muchos autores les ha resultado difícil poner en claro si cuando vino a América era soltera, según lo cuenta Groussac.

Interesado el jefe de familia por pasar al Río de la Plata, el virrey de esta región, Antonio Olaguer Feliú, decidió obviarle los inconvenientes que se presentaban por ser extranjero y, según el historiador Ezequiel C. Ortega, recurrió este en varias oportunidades a la Corona y a sus mismos consejeros legales.

Aun cuando solamente consiguió un rechazo formal en sus primeras gestiones –dice-, luego se obtuvo el permiso solicitado.

Venía a radicarse con su familia, movido quizá, por asuntos políticos o económicos.

La llegada de esta familia fue todo un acontecimiento para la sociedad porteña.

Puso tanto celo en su nuevo trabajo que al producirse la capitulación británica debió embarcarse en un buque del comodoro Home Popham, sin rendir cuentas a los vencidos.

Las caballadas y atalajes del tren volante, costeados a expensas del erario real, se mantienen en la ciudad, con solo el destino de ocuparse durante sus caravanas y paseos, en aquella casa frecuentada por el virrey".

Mercedes San Martín", puesto que la madrina aún no había regresado de un viaje a Brasil.

Se supo que Ana continuó con sus conquistas; entre ellas figuró el embajador británico Lord Strangford.

Fue entonces cuando dirigió a la Audiencia una extensa nota patrocinada por el Dr. Martín José de Segovia.

Y para terminar con las calumnias pedía se abriera un proceso, el que finalmente no tuvo lugar.

Carlota, mientras tanto, insistía en sus propósitos vengativos contra Ana, hasta que fue devuelta a Buenos Aires, donde arribó en noviembre del mismo año.

Desde entonces vivió sola en su quinta con sus hijos y esclavos, dedicada a la educación de aquellos.

Por entonces, este se había casado con Concepción Riglos y Lezica, en la que prolongó descendencia, y Adolfo O'Gorman se casó con Joaquina Ximénez Pinto, padres, entre seis hijos, de Camila O'Gorman.