El libro argumenta que la esclavitud de los Indígenas americanos ha sido históricamente ignorada o marginada.
El autor cuestiona el rol preponderante de la enfermedad que da la historia a la caída poblacional.
Los niños Indígenas fueron obligados a participar en "internados laborales", produciendo así mano de obra gratuita.
Reséndez utiliza como fuentes primarias los registros escritos realizados por los mismos perpetradores, los dueños y traficantes de esclavos.
Reséndez ganó el Premio Bancroft 2017 en Historia y Diplomacia de Estados Unidos por La Otra Esclavitud.