Pero dado lo remoto de los lugares y las dificultades inherentes a la comunicación con los gobiernos territoriales, se transfirió el poder a los virreyes de Nueva España para conceder tierras y establecer misiones en América del Norte.
[7] Las misiones debían estar conectadas por una ruta terrestre que más tarde se conocería como el Camino Real.
La Asistencia Santa Ysabel había sido fundada en 1818 como una misión madre; sin embargo, el plan de expandirse más allá nunca llegó a realizarse.
[13][nota 2] Las misiones de la Alta California, conocidas como reducciones o congregaciones, fueron asentamientos fundados por los colonizadores españoles del Nuevo Mundo con el propósito de asimilar totalmente las poblaciones indígenas a la cultura europea y a la religión católica.
Sesenta y siete misioneros murieron en sus puestos (dos como mártires, los sacerdotes Luis Jayme y Andrés Quintana), mientras que el resto regresó a Europa por enfermedad, o al completar su compromiso de servicio de diez años.
Una vez que un nativo americano era bautizado, se le etiquetaba como un neófito, o nuevo creyente.
Las mujeres solo salían del convento después de haber sido «ganadas» por un pretendiente indio y se las consideraba listas para el matrimonio.
Siguiendo la costumbre española, el cortejo tenía lugar a ambos lados de una ventana enrejada.
Incluso en época contemporánea, California es bien conocida por la abundancia y las variedades de árboles frutales que se cultivan en todo el estado.
Sin embargo, las únicas frutas autóctonas de la región consistían en bayas silvestres o crecían en pequeños arbustos.
La variedad específica, llamada uva Criolla o Misión, se plantó por primera vez en la Misión San Juan Capistrano en 1779, y de la bodega de esta surgió, en 1783, el primer vino producido en la Alta California.
[37][nota 11] También era responsabilidad de las misiones proporcionar a los fuertes o presidios españoles los alimentos y productos manufacturados necesarios para sostener las operaciones.
Las grandes bodegas proporcionaban un almacenamiento a largo plazo para los alimentos en conserva y otros materiales tratados.
Para ciertos usos, los ladrillos se cocinaban en hornos para fortalecerlos y hacerlos más resistentes a la intemperie; cuando las tejas reemplazaban a los tejados convencionales de jacal (cañas densamente compactadas) se introducían también en los hornos para endurecerlas.
[40] La fundición de la Misión San Juan Capistrano fue la primera en introducir a los indios en la Edad del Hierro.
Las zanjas abiertas o cubiertas y/o tuberías de arcilla cocida, unidas con mortero de cal o betún, transportaban el agua por gravedad a grandes cisternas y fuentes, y la vaciaban en vías fluviales donde la fuerza del agua se utilizaba para hacer girar muelas y otra maquinaria sencilla, o se dispensaba para su uso en la limpieza.
Esto facilitaría la colonización de estas tierras concedidas a España por la Iglesia Católica, incluyendo la región conocida más tarde como Alta California.
Durante su circunnavegación del mundo, Drake ancló en un puerto justo al norte de San Francisco, California, y reclamó el territorio para la reina Isabel I.
La primera misión y presidio en Alta California fueron fundados en San Diego, la segunda en Monterrey.
[67] Las respuestas, que variaban enormemente en cuanto a la extensión, el espíritu e incluso el valor de la información que contenían, fueron recogidas y precedidas de una breve declaración general o resumen por parte del padre presidente; la compilación se remitió después al gobierno virreinal.
[68][nota 23] El carácter contemporáneo de las respuestas, por incompletas o parciales que sean algunas, tiene sin embargo un valor considerable para los etnólogos modernos.
El general mexicano Mariano Vallejo estimó que 70 000 personas murieron a causa de la enfermedad.
Cuando las propiedades de las misiones se secularizaron entre 1834 y 1838, los aproximadamente 15 000 neófitos residentes perdieron toda la protección que el sistema les ofrecía.
Aunque cierta cooperación entre Iglesia y Estado, que era parte del sistema misionero de California, fue pronto descartada por el gobierno mexicano, no obstante proporcionó una base sobre la que pronto se establecerían formas de gobierno posteriores.
[102] Las primeras misiones y sus sub-misiones formaron el núcleo de lo que más tarde se convertiría en las principales áreas metropolitanas de San Francisco y Los Ángeles, así como muchos otros municipios más pequeños.
A partir de 1831, se eligieron personas separadas para supervisar la Alta y la Baja California.
[84][nota 34][106] En Alta California hubo 21 misiones acompañadas de puestos militares, desde San Diego a Sonoma.
En época contemporánea, las misiones existen en diversos grados de integridad arquitectónica y solidez estructural.
Un ejemplo notable de un complejo intacto es la Misión San Miguel Arcángel: su capilla conserva los murales interiores originales creados por los indios salineros bajo la dirección de Esteban Munras, artista y último diplomático español en California.
Esta estructura estuvo cerrada al público desde 2003 hasta 2009 debido a los graves daños causados por el terremoto de San Simeón.