La Malahá

Después los visigodos la llamarían Mizarza en alusión a los beneficios de sus aguas termales.

Por aquel entonces la villa tuvo gran importancia, llegando a tener más de tres mil habitantes, que también produjeron seda.

La Malahá desarrolló su tranquila actividad salinera, agrícola y forestal hasta las agitaciones que precedieron a la toma de Granada.

Los Reyes Católicos cedieron la explotación de las salinas al rey granadino Muhammed XIII ‘El Zagal’ cuando depuso las armas y rindió en 1489 las plazas de Guadix y Almería.

Sus aguas termales han sido explotadas desde muy antiguo y tuvieron su mayor auge en 1845.

Río Salado a su paso por el pueblo. Al fondo se pueden apreciar los peñones de Jaque.
Vista de La Malahá, en invierno.
Una casona abandonada en el campo alrededor del pueblo.