El nombre es de origen vasco, según Luis Michelena y Julio Caro Baroja, ya que en esta lengua lakar significa ‘guijo, conjunto de piedras pequeñas usadas para rellenar los caminos’.
[1] El pueblo pertenece a la zona mixta de Navarra, por lo que el euskera es cooficial junto con el castellano.
Está cerca de la Autovía del Camino (A-12), que comunica Pamplona con Logroño.
No obstante su término concejil, al igual que el resto del Valle de Yerri donde se asienta, es muy bueno, por lo que no hay tierras en baldío, todas están cultivadas y en producción.
En el clímax de la tercera guerra carlista, los liberales tenían tomado Lácar y otros pueblos vecinos.
Alfonso XII, muy joven todavía, tuvo que abandonar precipitadamente el lugar de la contienda.
Pío Baroja, en su novela Zalacaín el aventurero, reproduce una copla que refiere el anterior suceso:
El templo experimentó reformas en los siglos XVI y XVII de las cuales la más importante fue el recrecimiento del muro, en esta ocasión con mampostería, y, por este motivo, se derribó la bóveda medieval de cañón, al tiempo que se alargó la nave por el oeste.
Se conserva la pila bautismal del siglo XIII y que carece de motivos decorativos.
El principal lugar de ocio es la Sociedad, a la que pertenece buena parte del pueblo.