Kwashiorkor

Existen varias explicaciones para el desarrollo del kwashiorkor que no dejan de ser controvertidas.

Sin embargo, puede ser muy discreto, resaltando la importancia de la exploración física minuciosa, con especial atención a los maléolos y su presencia no descarta la deshidratación del infante.

Frecuentemente se presenta en manos antebrazos y cara, pudiéndose observar como anasarca o ascitis.

El edema ocasiona que los ojos se mantengan cerrados y la limitación del movimiento de las extremidades.

Se pueden clasificar en tres grupos las alteraciones cutáneas observables: Tal como la piel las mucosas se encuentran frecuentemente afectadas con depósitos granulosos blanquecinos, atrofia, ulceraciones y en algunos casos queratomalacia y ulceraciones de la córnea.

La recuperación de líquidos comprometida da como resultado la distensión abdominal característica que se observa en los niños muy desnutridos.

Las proteínas, principalmente la albúmina, son responsables de crear la presión osmótica coloide (COP) que se observa en la sangre y los fluidos tisulares.

Esto da como resultado la acumulación de líquidos, lo que causa hinchazón y distensión del abdomen.

El abdomen hinchado típico se debe a dos causas: ascitis por hipoalbuminemia (presión oncótica baja) e hígado graso agrandado.

Las soluciones clínicas incluyen destetar a los afectados con productos lácteos y aumentar la ingesta de material proteico progresivamente hasta las cantidades diarias recomendadas.

[9]​ Kwashiorkor es un subtipo de desnutrición aguda grave (SAM) que se caracteriza por edema periférico bilateral con fóvea, circunferencia del brazo medio superior bajo (MUAC <115 mm) y una puntuación Z de bajo peso para la altura (WHZ, Z < -3).

[10]​[3]​ Los hallazgos clínicos adicionales en el examen físico incluyen atrofia muscular marcada, distensión abdominal, dermatitis y hepatomegalia.

[11]​ Para evitar el síndrome de realimentación, la persona debe ser rehabilitada con raciones pequeñas, pero frecuentes, entregadas cada dos a cuatro horas.

En casos graves se puede recurrir a las transfusiones sanguíneas pequeñas, plasma y/o proteolizados para combatir la hipoproteinemia, así como la hidratación parenteral.