Es habitual en la gastronomía austríaca, húngara, búlgara, checa (rohlík), eslovaca (rožok) y serbia (kifla).
[1] Tiene forma de media luna y puede ser salado o dulce, incluyendo leche en este último caso.
La leyenda cuenta que cuando los turcos otomanos asediaron la ciudad de Viena en 1683, los panaderos locales, que empezaban a trabajar muy temprano cada día, pudieron dar la alarma y ayudaron así a derrotar al enemigo.
Para conmemorar esta victoria, los panaderos elaboraron panecillos en forma de media luna, el emblema del imperio turco.
[2] La palabra kifli (plural: kiflik) fue registrada por primera vez en 1785 y es de origen germanoaustriaco, kipferl.