[1] Su hallazgo se confirmó en 2014, después de que el telescopio espacial Kepler detectase varios tránsitos del objeto frente a su estrella.
[2] Su metalicidad (-0,28) es muy similar a la del Sol aunque algo menor, lo que parece indicar una ligera escasez de elementos pesados (es decir, todos excepto el hidrógeno y el helio).
Por tanto, es muy probable que tenga un hemisferio diurno y otro nocturno.
[6] Si, como se sospecha, la composición del objeto es semejante a la de la Tierra, su masa sería de 1,35 M⊕ y su gravedad apenas un 4 % superior a la terrestre.
[1] Con estas características, la probabilidad de que sea un planeta telúrico como la Tierra o Venus es extremadamente alta.