Karl Ernst Krafft

Aunque el Estado nazi perseguía a los astrólogos, Rudolf Hess y Heinrich Himmler los consultaban.

[1]​ El día 2 le escribió a un amigo, el doctor Heinrich Fesel, que trabajaba para Himmler, y le advirtió acerca de un atentado contra la vida de Hitler.

[2]​ Fesel archivó la carta, pues no deseaba verse envuelto en algo peligroso.

Muchas personas resultaron heridas, pero el objetivo, Adolf Hitler, salió ileso debido a que abandonó la reunión en la entrada pocos minutos antes de la explosión.

Al publicar los periódicos lo ocurrido (y, sobre todo, lo no ocurrido), Fesel envió de inmediato un telegrama a Hess en el que le pedía que prestara atención a la predicción de Krafft.

Creía que Krafft podía y debía dedicarse a descifrar el lenguaje críptico de las cuartetas.

La estrella de Krafft seguía en ascenso cuando Rudolf Hess realizó su vuelo a Escocia en 1941.

La carta fue enviada a la Gestapo, y ésta la consideró una prueba de traición.