Sinfonía en la menor, KV 16a (Mozart)

[2]​ Posteriormente, el musicólogo Alfred Einstein sugirió en su edición del catálogo Köchel que la sinfonía había sido compuesta en 1765 en Londres, tomando como base el íncipit, así como la primera sinfonía de Mozart que ha llegado a nuestros días: la KV 16.

Einstein dio a la obra el número 16a y estableció que puede constatarse su temprana fecha de composición incluso a partir de los pocos compases que han sobrevivido en el incipit.

La sexta edición del catálogo Köchel mantiene la numeración dada a esta obra por Einstein.

[1]​ En 1982 se descubrió una copia de la sinfonía (no la partitura autógrafa) realizada a mano por varios copistas.

En la década de 1780 Westphal obtuvo varias sinfonías auténticas de Mozart y algunas obras con fuentes "dudosas", tales como la KV 16a y la K. Anh.C 11.08; la KV 16a se encontraba probablemente entre las obras que vendió al Collegium Musicum danés.

Alfred Einstein, en su edición del catálogo Köchel, pensó que se trataba de un Andante en mi bemol mayor, que pertenecía a una sinfonía escrita mucho antes, quizá a la entonces recién descubierta KV 16a.

La sexta edición del catálogo Köchel repite esto con asiduidad, pero advierte de que tal asociación es incierta.

Wolfgang Plath fechó el divertimento en 1772, pero afirmó que la fecha de composición de los dieciséis compases se situaba en torno a 1765 y 1766, conclusión a la que llegó tras analizar la caligrafía del autógrafo.

Además, cambió la tonalidad a sol sostenido menor y consideró que Mozart reutilizó este trozo de papel posteriormente para la versión final del Minueto y trío del divertimento.

Franz Giegling transcribió estos compases y su transcripción fue publicada en el informe crítico del volumen del NMA (Neue Mozart-Ausgabe) dedicado a los divertimentos para viento (publicado en 1987), que él mismo editó.

Wolfgang Plath publicó la sinfonía, hoy conocida como "Odense", y la incluyó en un simposio científico para especialistas.

[1]​ Se caracteriza por la línea descendente y la repetición de notas del tema inicial.

El Finale responde a la forma rondó Destaca por su estribillo "alla Turca", un tanto exótico, que probablemente sea una imitación de la música folclórica húngara, a su vez una parodia de la música supuestamente turca.

Mozart en 1763.