Su vida tumultuosa dio lugar a numerosas leyendas, e inspiró varias biografías románticas.
Su educación, que no se regía solamente por la educación impuesta a las mujeres, le permitía entre otras actividades aprender esgrima, y profesionalmente debutó en la Opéra de Paris en 1690, en el rol de Pallas en Cadmus et Hermione, de Jean-Baptiste Lully.
Llegó a Marsella con su amante Séranne, e inmediatamente la pareja comenzó a ganarse la vida con demostraciones de esgrima: hombre contra mujer vestida como hombre.
de Maupin liberó a su enamorada antes de nuevamente huir para volver a París, donde su hermosa voz grave le permitió encarar una brillante carrera como cantante lírica.
[1] Se radicó entonces en Bruselas desde la primavera de 1692 hasta el comienzo del año siguiente, período durante el cual habría sido apoyada y mantenida por el elector Maximilien-Emmanuel de Bavière.