Juana de Austria (1573-1630)

En Nápoles permaneció durante 10 años en la abadía real de Santa Clara.

En 1590 escribe a su primo Alejandro Farnesio para que interceda ante el rey y este le conceda un cambio de residencia.

Finalmente en 1602 la propia Juana escribe una carta a Felipe III en que le ruega una cierta independencia económica que le permita no depender del virrey de Nápoles en todo.

[7]​ Así mismo se produjeron obras poéticas en ocasión del enlace.

[7]​ El matrimonio tendrá tres hijas de las que sólo una, Margarita llegará a la edad adulta.