Juan de Salisbury

A partir de sus propias declaraciones, se sabe que llegó a Francia alrededor del año 1136, y que comenzó estudios regulares en París bajo la guía de Pedro Abelardo, quien, por un breve período de tiempo, abrió otra vez su famosa escuela en la Montaña Santa Genoveva.

En el mismo año, estuvo presente en el concilio de Reims, presidido por el papa Eugenio III, y fue presentado probablemente por Bernardo de Claraval a Teobaldo de Bec, arzobispo de Canterbury, bajo cuyo apadrinamiento regresó Juan a Inglaterra cerca del 1153, habiendo estado un tiempo en Roma como secretario del papa Adriano IV.

[4]​ Sus cartas dan luces sobre la lucha constitucional que entonces agitaba Inglaterra.

Aunque versado en la nueva lógica y la retórica dialéctica de la universidad, las posiciones de Juan muestran una inteligencia cultivada en los asuntos prácticos, oponiéndose a los extremos tanto del nominalismo como del realismo desde un sentido común pragmático.

Su doctrina es más bien utilitaria, con una fuerte propensión, en el lado especulativo, al escepticismo literario de Cicerón, a quien admiraba y de cuyo estilo basaba el suyo propio.

Juan fue retratado por el actor Alex G. Hunter, en 1923, en la película muda Becket, basada en la obra de Alfred Tennyson.

Placa conmemorativa en Chartres.