Juan de Aréizaga

Juan Sebastián Elcano ordenó detener las naves y echar una chalupa al agua para que explorara el estuario y verificara si se encontraban en la entrada del Estrecho de Magallanes.

Los hombres exploraron la costa de Patagonia y lograron posteriormente reintegrarse con la expedición.

Cuando la flota llevaba seis días internada en el Océano Pacífico, el 6 de junio, una tormenta dispersó la flota haciendo que las cuatro naves que seguían en la expedición se perdieran entre sí.

Sin piloto, sin provisiones y sin ningún bote con el que desembarcar, aún habiendo alcanzado la costa la situación de los navegantes del Santiago se presentaba muy delicada.

Aunque su improvisada nave zozobró Areizaga logró alcanzar la costa a nado siendo salvado por unos nativos de morir ahogado en la orilla.

Este suceso fue el que dio más fama a Aréizaga.

Última página del Diario de Viaje redactado por A. de Urdaneta.