Descendiente de Lope Vázquez de Acuña, I señor de Buendía y Azañón, perteneciente por tanto a la rama del linaje Acuña que se asentó en Cuenca tras abandonar sus posesiones en el reino luso debido a la crisis dinástica portuguesa de 1383-1385.
Actuó como embajador extraordinario en Inglaterra, Francia, Flandes, Portugal y Alemania.
Viajó a Francia en 1559 con ocasión del matrimonio del rey con la infanta Isabel, hija de Enrique II; a Portugal en 1578 para felicitar en nombre del rey a Enrique I el Cardenal por su coronación y a Alemania para visitar a la emperatriz María, hermana del rey, pasando también por los Países Bajos españoles, donde conoció al arzobispo Carranza, por lo que tuvo que testificar en el famoso proceso que se abrió contra él en 1559.
Entró en la corte como menino en la casa de la emperatriz Isabel, pasando a ocupar este mismo puesto en la casa del infante Felipe tras la muerte de ésta en 1539.
Sin embargo, no tuvo descendencia legítima de este matrimonio, por lo que el mayorazgo y el título condal pasarán por enlaces matrimoniales primero a los Padilla, condes de Santa Gadea y adelantados mayores de Castilla, luego a los Sandoval y Rojas, duques de Lerma y Uceda, y finalmente a los Medinaceli, quienes ostentan actualmente dicho título.