Juan Álvarez Hurtado
Se distinguió en muchas acciones de guerra, especialmente en El Aguatillo y La Sabana, en la que quedó herido.Sin embargo, al considerar intolerable la actitud y decisiones políticas del Emperador Iturbide, combatió al Primer Imperio Mexicano y apoyó la presidencia de Vicente Guerrero, aunque no pudo evitar su asesinato.Combatió la intervención francesa en la Guerra de los Pasteles y a los estadounidenses en la guerra de 1847, en la que sus detractores, entre ellos Santa Anna, le atribuyen una dudosa actuación, concretamente en la Batalla del Molino del Rey.[3] Álvarez marchó hacia Tacuba, limpiando el camino de los contingentes estadounidenses con los que se encontraba.Antes de la invasión, Álvarez siempre señaló como un error que los legisladores permitiesen el libre asentamiento de los estadounidenses en Texas, apuntando que a la larga esto produciría grandes malestares a México:Álvarez se caracterizaba por ser un cacique liberal con un poder regional tan importante que en 1849 impulsó la creación del Estado de Guerrero, del cual fue nombrado gobernador interino, y en 1850 triunfó en las primeras elecciones para convertirse en el primer gobernador constitucional de dicho estado.Santa Anna había intentado impedir la sublevación enviando al comandante Tomás Moreno, pero este se unió a las fuerzas de Álvarez.El 8 de agosto nombró un triunvirato formado por Ignacio Pavón, Mariano Salas y Martín Carrera, a mediados del mismo mes abandonó el país.[5] Su gobierno fue fugaz pero brillante, logrando reunir a una generación excepcional: Ignacio Comonfort en el ministerio de Guerra, Melchor Ocampo en Relaciones Exteriores, Guillermo Prieto en Hacienda y Benito Juárez en Justicia.