En su primera impresión conocida de 1543 aparece el texto con letra redonda pero con algunas líneas en cursiva.
Es el comienzo de la tipografía humanística, dotada con tipos latinos, griegos y hebreos, adecuada para imprimir las obras de los humanistas valencianos, al menos, como Joan Baptista Anyés, Pere Joan Nunyes o Miquel Jeroni Lledesma, entre otros.
[8] Juan Mey no es solo un tipógrafo que únicamente imprime a las órdenes de sus clientes o promotores.
[9] El nivel productivo merma en 1548 y, posiblemente por eso, el taller se traslada a Murcia del año siguiente.
Vuelto a Valencia y convencido por las concesiones municipales, tramita inmediatamente la documentación de vecindad, que le es concedido el mismo 1550.
Además, realiza encargos para el Hospital General de Valencia: pliegues sueltos de gozos, estampas o carteles, para favorecer la predicación y aumentar la devoción o para pedir limosnas; que significan unos ingresos considerables y constantes para la imprenta.
[18] Después de la experiencia alcalaína Juan Mey vuelve al taller familiar que había dirigido su mujer mientras estaba ausente.