Viajó a España para estudiar Teología en Ávila.
En respuesta a este apoyo, ella le dedicó una décima:[2]no sabré servir jamás pues debo estimarlos más cuanto los merezco menos.
Ejerció su carrera eclesiástica como canónigo, chantre, inquisidor ordinario, capellán y predicador real.
En 1721 fundó en su ciudad natal el colegio de niñas Los Mil Ángeles Custodios de María Santísima,[3] para lo cual cedió la casa paterna, donde nació.
Desafortunadamente sólo se editaron seis números, sin embargo, seis años más tarde el proyecto volvió a reactivarse por Juan Francisco Sahagún de Arévalo y Ladrón de Guevara, en esta ocasión el periódico se publicó por once años consecutivos.