Como curiosidad, Jujuy fue la última de las catorce provincias argentinas del siglo XIX en separarse de su capital, ya que recién lo hizo en 1834; y el propio Gorriti militaría más tarde en el unitarismo.
Junto con los demás diputados del interior, fue expulsado por el Primer Triunvirato a fines de 1811; fue Gorriti quien más protestó por este atropello, y advirtió a las provincias que en el futuro deberían precaverse contra la prepotencia porteña.
Vuelto a Jujuy, colaboró con el Ejército del Norte, especialmente en el tiempo en que Manuel Belgrano fue su comandante.
En 1824 fue elegido diputado al Congreso de Buenos Aires, donde se mantuvo independiente entre las tendencias federal y unitaria.
No obstante, su hermano menor, Francisco Gorriti, perteneció al partido federal.