A la edad de 15 años comenzó a dedicarse al comercio y eventualmente obtuvo prestigio en la sociedad.
Mientras estaba trabajando en Portobelo conoció a María Francisca Pérez Dávila, quien se volvería su esposa en 1780 y se afincarían en la capital panameña, siendo una familia acaudalada con cuatro hijas y un hijo.
Se involucró en la política, mostrándose opuesto al trato de los gobernantes españoles y sería fuerte crítico del virrey Juan de Sámano, y por ello fue perseguido y casi exiliado del istmo, pero dicha situación finalizó con la muerte de Sámano en 1821.
En ese mismo año, fue electo diputado provincial.
Una vez que Mourgeon salió a Ecuador en octubre de 1821 y encargó a José de Fábrega la administración del istmo, varios ciudadanos se organizaron en frentes populares y Herrera junto con otros como los hermanos Mariano Arosemena y Blas Arosemena, José María Barrientos, José Argote, José María Goytía, lograron desarticular a las tropas ofreciendo dinero a quienes desertaran o pasaran de bando.