Fue descendiente del célebre político neerlandés Juan de Witt.
Fue invitado por el gobernador a expresarse con mayor claridad y por escrito respecto de la invitación, a lo cual el recién llegado se negó argumentando que había muchas personas comprometidas que podrían quedar en riesgo.
Fue a partir de ese momento interrogado, sin lograr ninguna confesión.
El reo alcanzó a gritar antes de morir: ¡Viva Fernando séptimo!
Justo Sierra O'Reilly, periodista decimonónico, publicó en su periódico El Museo Yucateco, la Historia secreta del melancólico proceso formado en el tribunal de Mérida, Yucatán, contra Emilio Gustavo Nordingh de Witt, emisario del rey intruso José Napoleón, que fue escrita tras el juicio, por el abogado José Martínez de la Pedrera quien actuó como fiscal durante el juicio.