Su promotor y director principal fue el escritor peninsular Justo Sierra O'Reilly.
Entre otros redactores acreditados figuró también Vicente Calero Quintana.
[1] Impreso en los talleres de José María Peralta, el periódico fue creado con el propósito manifiesto de ofrecer y divulgar conocimientos sobre ciencia y arte, excluyéndose expresamente los asuntos de carácter político.
Algunos de los tópicos que Justo Sierra O'Reilly llevó a las páginas del periódico fueron firmados con su seudónimo José Turrisa, como fue el caso de las profecías atribuidas a sacerdotes indígenas mayas.
En su momento publicó la obra de José Martínez de la Pedrera con relación al sonado caso y al juicio del aventurero danés Juan Gustavo Nordingh de Witt.