Juan Gabriel Vásquez

Siguiendo la tradición familiar, en 1990 Vásquez comienza a estudiar Derecho en la Universidad del Rosario en el centro histórico de Bogotá.

A mediados de 1996 se gradúa con una tesis titulada La venganza como prototipo legal en la Ilíada, que la misma Universidad del Rosario publicaría años más tarde.

Así nace, también en París, su segunda novela, Alina suplicante (1999), en la que intenta insertar una situación trágica por excelencia –un incesto– en una familia colombiana contemporánea.

En retrospectiva, Vásquez invocaría tres motivos para escoger ese destino: el vínculo entre Barcelona y el Boom, las oportunidades editoriales que ofrecía la ciudad y el espíritu abierto con que se estaba recibiendo la nueva literatura latinoamericana en España.

[9]​ En el año 2000 Vásquez comienza a trabajar como redactor en Lateral, una revista barcelonesa independiente que se publicó entre 1994 y 2006.

Bajo la dirección del húngaro Mihály Dés, la revista aglutina a una generación de escritores internacionales que comienza a despuntar: el francés Mathias Énard, los catalanes Jordi Carrión, Juan Trejo y Robert Juan-Cantavella, y el ecuatoriano Leonardo Valencia, entre otros.

En la redacción suelen ser visitantes el mexicano Juan Villoro y el chileno Roberto Bolaño.

En suma, se trata de un ambiente estimulante para un joven que empieza a abrirse paso en la literatura.

Mientras trabaja en Lateral, Vásquez empieza a escribir los relatos que integrarían Los amantes de Todos los Santos.

Son relatos basados en sus experiencias de los años que pasó en Francia y Bélgica, claramente inscritos en la tradición del cuento realista.

Durante la última fase de escritura, en 2003, Vásquez firma con la agencia literaria Casanovas & Lynch.

Cuatro años después comenzaría a traducirse, alcanzando en poco tiempo una docena de lenguas.

Evidentemente, atender estas consideraciones significaría atentar contra uno de los pilares que sostienen la novela: su intención lúdica.

Las reseñas que se hicieron en España, en cambio, celebraron las audacias técnicas de la narración.

[18]​ En 2007 Vásquez es incluido en Bogotá 39, un proyecto del Hay Festival que reúne a los más notables escritores latinoamericanos menores de 39 años.

O un filósofo, si quieres, pero alguien que piensa la realidad en términos morales.

Ese mismo año Vásquez es invitado a la Fundación Santa Maddalena, un retiro para escritores situado en la Toscana.

En Italia gana el Premio Gregor von Rezzori-Città di Firenze; con la traducción inglesa, Vásquez se convierte en el primer latinoamericano y el segundo autor de lengua española en ganar el IMPAC International Dublin Literary Award, que previamente habían obtenido autores como Orhan Pamuk, Herta Müller y Javier Marías; la traducción francesa contribuye a que Vásquez merezca el Prix Roger Caillois al conjunto de su obra; en Estados Unidos, la novela es portada del New York Times Book Review y Lev Grossman, en la revista Time, escribe que a VásquezLo comparan con frecuencia con Roberto Bolaño, otro escritor latinoamericano en plena huida del realismo mágico.

[22]​ Al año siguiente es recibido como escritor residente por la Universidad de Stanford, en California, Estados Unidos.

Tras la publicación en Estados Unidos, The New York Review of Books considera que es la novela más “inteligente y persuasiva” de Vásquez.

La crítica se titula “Similar a Conrad en Colombia”:Con su libro de relatos belgas y sus cinco novelas colombianas, Vásquez ha acumulado una obra impresionante, una de las más impactantes que hayan surgido en Latinoamérica en lo que va del siglo.

En esto también recuerda a Borges, aunque de una forma más terrenal y no metafísica.

Es su obra más compleja formalmente, pues mezcla diversos géneros para explorar las consecuencias de dos asesinatos que han marcado la historia y el presente colombianos: los de Rafael Uribe Uribe (1914) y Jorge Eliécer Gaitán (1948).

Juan David Correa dice en la revista colombiana Arcadia: “Entre el thriller, la indagación histórica y la tradición literaria, Vásquez consigue mantener el ritmo en una novela larga, compleja, que no le hace concesiones a nadie”.

Mejor dicho: la que era capaz de reunirlo todo y meterlo en una misma trama.

[27]​Con la comedia, Vásquez se convierte en el primer hispanoamericano en ganar el Premio Literário Casino da Póvoa de Portugal.

La misma traducción se publica en Angosta Editores, editorial colombiana que dirige el escritor Héctor Abad Faciolince.

En 2020 publicó la novela Volver la vista atrás, que narra una parte de la vida del cineasta colombiano Sergio Cabrera y su familia.

Vásquez durante una conferencia en París, 2023.