En 1904, consiguió con premio extraordinario la licenciatura en Ciencias Naturales en la Universidad Central de Madrid, donde alcanzó, también con premio extraordinario, el grado de doctor con una tesis sobre el relieve de la península ibérica.
En 1909 ganó por oposición la cátedra de Agricultura en el instituto de Baeza y se trasladó al año siguiente a Albacete.
Aunque no le fue concedida, insistió al año siguiente solicitando en esta ocasión ser pensionado en el Instituto Nacional Agronómico de París y, al serle rechazada de nuevo su solicitud, volvió a reiterar en 1912 su petición para seguir el curso de Geología del suelo en la Universidad de la Sorbona.
Finalmente, en 1913 fue pensionado para estudiar Geografía Física y Geología en la Sorbona de París y en la Universidad de Estrasburgo, entonces bajo dominio alemán, con el profesor Karl Sapper.
Tras la guerra civil española, mantuvo su plaza de catedrático en el San Isidro y, junto a Hernández Pacheco, colaboró con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.