Ingresó joven a la orden de los Franciscanos de la observancia, siendo ordenado presbítero en 1847.
Tuvo como provisor general al padre Uladislao Castellanos.
[1] Donó los terrenos para la construcción de una capilla dedicada a San Antonio, que resultó el inicio de la actual localidad de San Antonio de Arredondo.
[2] No alcanzó a realizar mucha obra de provecho, aunque sí a realizar una visita pastoral a las parroquias del interior de la provincia, especialmente del Valle de Traslasierra, donde el padre José Gabriel Brochero estaba realizando una vasta tarea evangelizadora y de promoción social y edilicia.
Brochero mejoró los caminos de acceso al valle —a lomo de mula— para recibir al obispo.