Juan Atilio Bramuglia

Como abogado sindical de ideas socialistas influyó decisivamente en la creación del peronismo.Hijo de inmigrantes italianos, su padre trabajó en el Ferrocarril del Sud.[2]​ Juan Atilio Bramuglia para esta época ya era un hombre conocido dentro del movimiento gremial.Bramuglia estaba afiliado al Partido Socialista, su padrino político había sido Mario Bravo.También se inició en la masonería, en la logia Unión Justa, a la que estaban afiliados una gran cantidad de dirigentes socialistas.Se ocupó de asuntos como el divorcio en las clases asalariadas, las jubilaciones y pensiones, los abusos cometidos contra los trabajadores, etc.Le recomendó al gremio ferroviario fundar bibliotecas populares y fomentar la asimilación del trabajador extranjero mediante escuelas obreras en las que se enseñara el idioma nacional, geografía, historia, leyes laborales, además de ofrecer capacitación profesional, conciertos, programas de radio, y publicaciones.Eva Duarte (en ese entonces pareja del vicepresidente), recurrió a la perspicacia jurídica de Bramuglia para obtener ayuda durante la crisis.[12]​ Bramuglia también hizo esfuerzos personales para fomentar buenas relaciones con los diplomáticos estadounidenses.Bramuglia adoptó la posición de que las demandas soviéticas con respecto al uso del marco alemán en Berlín podrían abordarse, y durante su breve mandato, logró que las cuatro potencias involucradas en el conflicto (Estados Unidos, Unión Soviética, Reino Unido y Francia) conformaran un comité para resolver los puntos de disputa más relevantes.En diciembre del mismo año realizó la primera reunión conjunta sobre la crisis junto al secretario Marshall, el viceministro de Asuntos Exteriores soviético Andréi Vyshinski y el Secretario de Asuntos Exteriores británico Ernest Bevin.Debido a su trabajo como mediador entre Estados Unidos y la Unión Soviética, Perón le escribió que parecía «un David entre dos Goliat».Bramuglia luego fue brevemente arrestado, aunque su amistad con numerosos policías, así como con el nuevo ministro de Guerra, el general León Bengoa, lo protegerían contra nuevas detenciones y contra numerosas amenazas de muerte posteriores.El hecho no dejó a Bramuglia más remedio que solicitar votar en blanco.
Entrevista de Bramuglia (tercero desde la izquierda) con el director de la Unesco , Julian Huxley (1948).