Una breve estancia en Barcelona en 1910 lo puso en contacto con los círculos literarios catalanes, haciendo entre ellos buenas y duraderas amistades.
[2] En 1929 presentó su tesis doctoral, La litterature catalane en Roussillon au XVIIe et XVIIIe siècles.
Pero toda su producción poética, por la que es reconocido, fue escrita en catalán y siempre fue bien apreciada en Cataluña.[1].
Las ediciones que de ella aparecieron en francés, sin embargo, no tuvieron apenas repercusión.
Dejó inéditas y escritas en francés sus memorias, que serían publicadas en catalán en 1977: L'ocell tranquil.