Josefina Lavalle

Al terminar la secundaria entró a la Escuela Nacional Preparatoria, que en ese tiempo sólo tenía un plantel, el de San Ildefonso.[2]​ Josefina Lavalle ingresó en 1932 a la Escuela Nacional de Danza del Departamento de Bellas Artes, fundada ese mismo año y dirigida por el pintor Carlos Mérida.La Escuela fue dirigida primero por el pintor Carlos Mérida, después por Francisco Domínguez y finalmente por Nellie Campobello, quien fue maestra de Lavalle al igual que su hermana Gloria Campobello.[2]​ Con esta Escuela, el panorama danzario mexicano se abrió por el reconocimiento oficial a este arte y obtuvo un espacio para desarrollarse dentro de la corriente nacionalista.Así, ambas artistas encontraron un terreno fértil para sus ideas y a un grupo de bailarinas dispuestas a correr el riesgo de hacer una danza "antiestética" y combativa.Ellas fueron las waldeenas Guillermina Bravo, Josefina Lavalle, Dina Torregrosa y Lourdes Campos, entre otras.(...) [Esta obra] significó el surgimiento de la danza moderna nacionalista y mostró el camino a seguir.Punto de partida, documento audiovisual en coautoría con Lourdes Roca y Eugenio Cobo Felguérez.En 1946 se creó el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, cuyo primer director fue el músico y compositor Carlos Chávez, quien en 1947 fundó la Academia de la Danza Mexicana.Se apoyó que los grupos indígenas revitalizaran, promovieran y desarrollaran con mayor ahínco su arte dancístico tradicional.Un gran apoyo para el equipo de trabajo que integró Josefina Lavalle en Fonadan fue la presencia del maestro Luis Felipe Obregón, quien había trabajado en el Departamento de Asuntos Indígenas y contaba con una vasta experiencia en la investigación.