En 1909 la Sociedad Coral de Bilbao encarga tres óperas sobre temas vascos a otros tantos compositores: José María Usandizaga, Jesús Guridi y Santos Intxausti.
En 1911 compone la fantasía-danza para piano Hassan y Melihah, en la que no empleará temas populares.
En verano de 1912 conoce en San Sebastián al dramaturgo Gregorio Martínez Sierra, con quien comienza una sincera amistad.
Según la opinión del crítico musical y musicólogo Enrique Franco, la música de Usandizaga se caracteriza por su refinamiento armónico.
En él se depositó la esperanza de un gran compositor de ópera vasca, y después española; esperanza que se vio truncada al morir tan joven.
Su zarzuela Las golondrinas se ha mantenido en el repertorio, bien como zarzuela (su versión original), o bien en la versión operística (una vez musicadas las partes habladas y hechos algunos cambios) que fueron obra del hermano del compositor Ramón Usandizaga.
Destacan en esta obra la permanencia del barítono Caminar, caminar... y la pantomima, que como fragmento orquestal (sustituyendo la parte del barítono por un violonchelo), se ha difundido en las salas de concierto.
En Rentería, Gijón, Elorrio, Sestao, Uceda y otras ciudades españolas hay calles en su memoria.