Nacido en Cuba, estudió y se doctoró en la Universidad de Heidelberg y marchó a establecerse a Madrid, donde con sus propios medios fundó una editorial destinada a difundir la filosofía del positivismo; tradujo y editó algunas de las obras de Charles Darwin y fundó en 1875 la Revista Contemporánea, sosteniendo agrias polémicas con los neocatólicos, entre ellos Marcelino Menéndez Pelayo, hasta que la vendió en 1879 al político conservador José de Cárdenas.
En ese mismo año de 1879 entró en política con su candidatura por el Partido Liberal Cubano, debida a su amistad con Rafael Montoro.
Sustituyó en 1886 como diputado por Caldas de Reyes a Pedro Mateo-Sagasta Díaz Antoniana, ocupando el escaño hasta 1889.
[1] Fue el introductor del neokantismo en España y se definió como un «liberal reformista» que creía que las mejoras son posibles porque los males que afectan al país son relativos y en absoluto inherentes a una pretendida «esencia» del pueblo español, porque si existiera no tendría sentido luchar contra ella por definición.
Entre 1893 y 1894 ocupó escaño de diputado por La Habana, en el que había sustituido a Julio José Azpeteguía.