Fue un luchador contra la pobreza y sus causas, asistiendo a los pobres e insistiendo en su derecho a la educación no solo en asuntos de la fe, sino también en asuntos seculares como la cultura y las ciencias.
Escribió varias pastorelas, reconstruidas por Rómulo Ernesto Durón, las cuales son las primeras manifestaciones teatrales en Centro América, y cuya representación de las mismas estableció los cimientos en Honduras para la posterior aparición del teatro.
Fue bautizado el 14 de junio del mismo año, a los 3 días de nacido, por el Reverendo Padre Fray Nicolás Hermosilla, y su madrina fue doña María Josefa Araurrenechea.
[5] en 1838 escribió su segunda pastorela, llamada Micol, dedicada a las señoritas Juana y Rafaela Robelo.
En 1840 escribió su auto Adoración a los Santos Reyes Magos, dividido en tres actos, y en 1841 estrenó en Tegucigalpa su pastorela Micol.
[6] En su biografía del padre Reyes, el escritor liberal Ramón Rosa asegura que el padre Reyes había sido propuesto para obispo de Honduras.
Este recibió los comunicados de Viteri y aprobó el pago requerido.
En junio de 1847 murió su madre en Tegucigalpa, por la cual Reyes regresó a dicha ciudad.
De estas composiciones sólo se conservan dos ejemplares, escritos en décimas octosílabas y que terminan con la exclamación “cuando”.
En 1848 escribió, en una invitación que le hicieron los estudiantes a la sociedad de Tegucigalpa, su conocida: Invitación para el paseo a la laguna, fechada el 9 de febrero.
El 29 de septiembre del mismo año escribió su poema A la independencia, que consta de siete octavas en decasílabos, y un cuarteto del mismo autor, como epígrafe.
La estrenaron las señoritas Teodora González, después de Vigil y don Juan Ramón Pereda.
La primera fue dedicada a las señoritas María e Isidora Reyes, la cual fue escogida para el papel de Séfora.
Otros afirman que no obstante la amenaza, se dio la representación».
Próximo a morir, escribió su pastorela más lograda poéticamente, Olimpia, nombre que probablemente está inspirado en la feminista francesa Olimpia de Gouges, asesinada durante la Revolución Francesa por su lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, pues Reyes defendía los derechos de la mujer.
El poeta nicaragüense Rubén Darío describe su obra en los siguientes términos: