[2] En el período previo a la guerra, fue una figura central en la organización de la cooperación entre la Falange y el ejército y sugirió que un golpe propuesto debería comenzar en Toledo, donde era jefe provincial.
[3] Su participación en la "trágica comedia de errores" está bien documentada cuando envió un telegrama a los comandantes de campo en el que decía "solo obedecer las órdenes a través del mando jerárquico", lo que fue ampliamente interpretado.
[2] Para evitar la política, Sainz se convirtió en un organizador del campo de batalla.
[1] Durante gran parte del resto de la guerra, organizó hombres y materiales, supervisó la construcción de instalaciones y organizó el socorro para los territorios recuperados.
[1] Esto también le permitió la oportunidad de visitar a su madre y abuela.
[6] En 1944, Sainz dejó el servicio gubernamental para emprender empresas privadas, incluida la concesión de botes de remos en el Parque del Retiro en Madrid y una granja avícola.