Fue profesor de Química de la Escuela de Artes e Industrias de Madrid, bibliotecario del Ateneo de Madrid y sustituyó a Miguel Colmeiro y Penido como Vocal del Consejo Superior de Agricultura, Industria y Comercio.
[1] Colaboró en publicaciones periódicas como El Imparcial (1902), Heraldo de Madrid (1902), La Ilustración Española (1897-), Revista Contemporánea (1897-), Mundo Naval Ilustrado (1898-), La Lectura o La España Moderna.
[2] Fue nombrado individuo de número de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales[2][3] en 1902, llegando a ser presidente de la Sección de Física y Química.
Presidente de la Real Sociedad Española de Historia Natural[4] Fue también miembro de distintas sociedades como la Real Sociedad de Física e Historia Natural de Ginebra o la Comisión Internacional de las Tablas Físico-Químicas, además de consejero de instrucción pública.
[5] Entre sus obras publicadas destacaron sus trabajos sobre la radioactividad: La materia radiante y La radiofonía.