José Micael y Alfaro

Sus hermanos fueron Tomás, Jerónima, Úrsula y Asensión Alfaro Serrano.

Sea inventiva popular o por pura aprensión del maestro, éste falleció, efectivamente justo un año después, recibiendo sepultura en la Iglesia parroquial de Santiago.

El estilo de Micael en estas figuras se encuadra en un lenguaje manierista, con su habitual terribilità, cercano a la obra de Miguel Ángel Buonarroti, tanto en sus posturas como en el tratamiento del cabello y la barba.

1517), pintadas por el italiano Rafael Sanzio en algunos salones del Palacio Vaticano.

[12]​[13]​ José Micael y Alfaro estuvo ocupado en este ambicioso proyecto hasta lograr culminar el testero frontal de la sillería del coro.

La situación económica, la epidemia de 1649 y su propia muerte en 1650, obligaron a su paralización hasta que, en 1658, Pedro de Mena resultó elegido, mediante concurso, para suceder a Micael y rematar así, el programa escultórico restante.