Este volante de enganche, como el mismo se define, marcó 20 goles en la generación 91'.
Hasta fines del 2008 jugó el campeonato sub-18 del fútbol chileno para cadetes, llegando los azules a la final, gracias al talento de jugadores como Mauricio Gómez, Matías Celis y Silva, siendo este último la figura de aquel equipo.
Aquel año, el DT en ese entonces Arturo Salah, lo hizo debutar en el primer equipo, en un partido frente a Cobresal, en donde ingresó cuando expiraba la segunda mitad y obtuvo muy buenas críticas, señalándolo como un jugador con carácter y por supuesto con mucho futuro.
Para el Clausura 2011 es enviado a préstamo a Everton de Viña del Mar, tras las escasas oportunidades que tuvo para jugar en el cuadro universitario.
De ahí en más solo préstamos y fichajes en varios clubes como Rangers, O'Higgins de Rancagua,[1] Magallanes, Deportes Iquique, Curicó Unido y Cobreloa,[2] teniendo además un muy breve paso de medio año por Grecia.